¿Quieres cambiar el diseño de tu tienda web? Hazlo pero de la manera correcta

Cuando tu tienda web ya lleva tiempo con un determinado diseño, más tarde que temprano, comenzarás a sentir la tentación de someterla a un cambio. La iniciativa será buena siempre que analices las posibilidades de tu nuevo diseño y que hagas una transición amable que no saque de balance al cliente regular. A continuación algunos consejos que te ayudarán a realizar el cambio que quieres sin afectar el curso de tus ventas ni la imagen general de tu negocio.

Presta atención a los tiempos de carga

Antes de renovar de cabo a rabo o de ejecutar las poderosas ideas que tienes, es importante que consultes con tu diseñador para que puedas tomar decisiones que no afecten el desempeño regular de tu tienda web. Aségurate que tus nuevos diseños no aumentarán el tiempo de carga ni dificultarán la vista en determinados navegadores o en dispositivos inteligentes. Tus ideas valen y mucho, pero no olvides de lo importante que resulta compaginarlas con lo técnico, que es vital para que puedas cerrar ventas cada día.

Flexibilidad ante todo

A la hora de elegir tu nuevo diseño, procura dejar algunas posibilidades abiertas para que modifiques tus detalles si notas que no funcionan como lo esperabas o que simplemente, la idea que tenías al principio ahora parece estar más clara en tu mente. Elige recursos flexibles que se puedan ajustar a las nuevas necesidaes que puedan surgir despúes del cambio. De esta manera, no te frustrarás teniendo que crear un plan alternativo si el que acabas de ejecutar no resulta ser lo que esperabas.

Refresca tu tienda web, no le cambies la cara

Como en todos los cambios, lo importante es mejorar sin perder identidad. Si tu negocio va avanzando, el cambio debe renovar su imagen y no cambiarla por otra, ya que esto no sólo supone confusión e incomodidad para el cliente regular, sino que puede poner en tela de juicio los principios por los que los compradores te prefieren por encima de otros vendedores. Si el cambio es drástico y chocante, tus clientes se preguntarán si la administración del negocio corre a cargo de alguien más, si tus fórmulas y procedimientos cambiaron o si tu negocio terminó fusionándose o siendo engullido por otro más grande. Los resultados de esto pueden ser desastrosos para la confianza que ya has ganado, así que no te arriesgues. Haz cambios sutiles y ve evolucionando gradualmente si quieres hacer una renovación de imagen desde raíz. De ese modo, tus clientes se adaptarán mejor y muy probablemente te seguirán a lo largo de todo el proceso.

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