¿Piensas abrir una tienda en línea? Tenlo en cuenta a la hora de elegir el software de gestión que utilizarás para tu tienda físic

Vender por internet no es sencillo, pero tampoco, una idea que deberías eliminar de tus planes de emprendimiento. Tal vez es cierto que quieres arrancar con una tienda física pero si tienes también, aunque sea el deseo más discreto de lanzarte a vender por internet, tenlo en cuenta desde el primer momento, ya que se trata de un factor determinante a la hora de elegir adecuadamente el software de gestión que tomarás para empezar a trabajar en tu punto de venta.

La operación puede ser más fluida

Por lo regular, las herramientas que te ayudarán a montar una tienda en línea son independientes a los programas que se utilizan para punto de venta. Esto, ciertamente, te permite iniciar con tu plan de comercio electrónico en el momento que lo desees, sin embargo, si desde el principio tomas un sofware TPV que te de apertura para gestionar también tu tienda en línea, ahorrarás esfuerzo y evitarás complicaciones. Sucede que, de esta manera, podrás operar en línea desde tu punto de venta de una manera más inmediata e intuitiva sin tener que cambiar de programa. 

Tu bolsillo lo agradecerá

¿Has pensado en lo que ocurrirá si despúes de adquirir una plataforma para ecommerce llegas a la conclusión de que vender por internet no es lo tuyo? Seguramente pasará que ya habrás gastado mucho dinero en algo que no utilizarás más. Este dinero habrá sido una inversión perdida que puede resultar bastante razonable, o bien, haberse elevado a cantidades exorbitantes. Si eliges un software de gestión que admita el control de una plataforma en línea, las cosas son distintas, ya que, por lo regular, la compañía proveedora te cobrará un extra mesual por poder crear y operar tu tienda web, pero nada que se compare con lo que cuesta adquirir o unirte a una plataforma regular para ecommerce. Si pruebas unos meses y descubres que la tienda en línea es un dolor de cabeza que no te brinda las ganancias que esperabas, cancela tu servicio y sigue trabajando en tu tienda física como si nada hubiera pasado. Esto es posible debido a que no tendrás que lidiar con contratos largos ni te lamentarás por haber tirado a la basura una enorme cantidad de dinero.

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