Lecciones de una tienda online de espadas y cuchillos

La historia de Aceros de Hispania, una tienda online de Aragón que empezó en 1999 vendiendo espadas y cuchillos y hoy ha despachado más de 20.000 referencias de productos a 60.000 clientes en 160 países es una valiosa muestra de lo que se puede hacer con el e-commerce. El diario El Economista entrevistó a su fundador, Ricardo Lop, a principios de abril, y del artículo se pueden extraer valiosas lecciones.

Las tiendas online desdibujan las fronteras

Con una tienda online se pueden tener clientes de todo el mundo desde un pequeño pueblo en Teruel, como ocurre en el caso de Aceros de Hispania. La red de empresas logísticas que han conformado en 17 años de operación les permite llegar en cuestión de días a sitios tan remotos como Alaska.

Otra ventaja de la deslocalización que hace posible una tienda online es que no tienen que operar desde una gran ciudad como Madrid o Barcelona, lo que ayuda a que costos fijos como el arriendo de bodegas o la energía sean mucho más económicos. Además, Ricardo pudo seguir viviendo en su pueblo natal sin tener que mudarse, lo cual ayuda a la economía local.

Planear desde el principio

Ricardo Lop no planeó su empresa desde el principio, y aunque con el tiempo logró solventar esta dificultad recomienda realizar estudios de mercado, pues debido a que él no lo realizó cometió varios errores al inicio. Otros aspectos que no recomienda dejar al azar es la relación con los proveedores, con los que se deben establecer mecanismos oportunos de pago.

La relación con el cliente

Para competir en un entorno cada vez más complejo por la entrada de nuevas tiendas online, Aceros de Hispania ha encontrado en el servicio al cliente un poderoso diferenciador. No apelan a grandes estrategias o herramientas sofisticadas, sino que simplemente se ponen en los zapatos del cliente y tratan de entenderlo. “Hay que tratar muy bien a los clientes, responder rápidamente y tener ganas de resolver incidencias”, dijo Lop en la entrevista.

Mención aparte merecen sus tácticas de marketing de guerrilla, cuya originalidad les ha dado bastante notoriedad. Por ejemplo, cuando el exministro de Educación, José Ignacio Wert, dijo que "esto es la jungla y yo sin machete", le enviaron uno de su catálogo.